[MUSIC] Desde muy temprana edad niñas y niños comienzan a expresar su curiosidad frente a la sexualidad. Esa curiosidad se expresa de la misma manera que lo hacen frente a otros aspectos de su vida y de su entorno. A través de lo que hacen, lo que dicen y lo que preguntan. En efecto, la misma curiosidad que expresan por los objetos que hay en su ambiente y por los cambios que ocurren a su alrededor. La experimentan por su propio cuerpo y por el de los demás. Como parte de ese proceso de aprender sobre sí mismos explorarán y manipularán sus genitales. Indagarán por las diferencias anatómicas que hay entre los sexos, revisarán juegos de exploración sexual. Y se interesarán por su propia historia y la de su familia. A partir de los dos años, niñas y niños comienzan a jugar con otros de su misma edad. Y su curiosidad natural se amplía, you no sólo se interesan por su propio cuerpo, sino también por el de los otros. Como dijimos antes, su curiosidad se expresa tanto en comportamientos de autoestimulación. Como en la realización de juegos de exploración sexual, y en el planteamiento de preguntas referidas a la sexualidad. [MUSIC] En nuestro medio, los juegos de exploración sexual incluyen actividades con niñas y niños de la misma edad. Tales como tirarse al piso para observar a las mujeres por debajo de la falda, jugar al doctor, observar a otras personas mientras están en el baño. Imitar las expresiones románticas y sexuales que observan en los adultos. Como por ejemplo besarse, abrazarse, cogerse de la mano y decir que son novios. A través de estas experiencias exploratorias niños y niñas aprenden las diferencias de los genitales entre los sexos. Los nombres de esas partes del cuerpo y las funciones que tienen. La intervención de las personas adultas en estos juegos también les permiten aprender las reglas de privacidad. Y el concepto de respeto por el propio cuerpo y el de los demás. Nuestro papel como adultos ante estos juegos. Es similar al que tenemos cuando observamos que las niñas y los niños están involucrados en cualquier otro tipo de juego. Podemos averiguar sobre lo que están haciendo. Podemos preguntar sobre los papeles que cada quien está desempeñando en el juego. Podemos asegurarnos de que en el juego todos respetan las reglas y de que todos tienen la misma posibilidad de participar. Y decidir sobre lo que quieren o no quieren hacer. Debemos intervenir cuando vemos que algún participante, por ser mayor o tener más información. Quiere imponer su poder sobre los demás y hacerlos hacer cosas que no desean o que los ponen en riesgo. Recuerda, adicionalmente, que lo más importante no es lo que decimos, sino la forma como lo hacemos. Tú puedes plantear las mismas preguntas o decir las mismas frases trasmitiendo tranquilidad, seguridad y confianza. O, por el contrario, haciendo sentir a las niñas y los niños avergonzados, culpables y atemorizados. Adicionalmente, desde muy temprana edad niñas y niños comienzan a plantear preguntas sobre su cuerpo, su origen, su familia. Y lo que observan que ocurre a su alrededor, y estas preguntan revelan su curiosidad y deseo de comprender el mundo, y surgen espontáneamente. Estas preguntas, al igual que lo que ocurre con otros aspectos del desarrollo a lo largo de la vida, siguen una secuencia relativamente predecible. Es decir, van de menor a mayor complejidad. Por ejemplo, antes de que pregunten por qué nacen los bebés, preguntan por las diferencias físicas entre los sexos. [MUSIC] Tú, al igual que muchas personas adultas en la actualidad, recuerdan haber planteado alguna pregunta acerca de la sexualidad que puso en aprietos a sus figuras parentales. En muchos casos, aunque no lo recordemos esa experiencia significó dejar de hacer preguntas. Es decir, desencadenó la ruptura de la comunicación sobre este tema en familia. En efecto, las competencias de las figuras parentales para responder a estas preguntas, así como la forma en que lo hagan. Son fundamentales para la construcción de las nociones que tienen niñas y niños sobre la sexualidad. Y para el establecimiento de una relación de confianza en la familia. Si al preguntar, se encuentran con evasivas o con el miedo de las personas adultas para llamar por su nombre los genitales. Hablar sobre por qué la gente se da besos en la boca, o explicar cómo hizo la vecina para darle una hermanita a su amigo. Es muy probable que la niña o el niño no solamente se quede con inquietudes. Sino que intente buscar otras fuentes de información que pueden ser menos confiables para satisfacer sus dudas. Igualmente, si en su familia se encuentran con agentes sociales que perciben la sexualidad de forma negativa. Como si fuera algo prohibido, extraño o no natural, es más probable que niñas y niños empiecen a ver la sexualidad de la misma manera. Por este motivo es fundamental que las personas reconozcamos nuestras capacidades para responder las inquietudes de niñas y niños. Así como los supuestos que tenemos sobre la sexualidad y su desarrollo. En síntesis, en la medida en que niñas y niños empiezan a preguntar. Es conveniente darles una información verídica y concreta que satisfaga su curiosidad. Y que aclare sus dudas en el momento en que ésta se presenta. Para lograr que satisfagan su curiosidad de forma natural y desarrollen una opinión favorable con respecto a la sexualidad. Es importante responder a sus preguntas puntualmente, con la verdad. Sin dar más información de la que están solicitando y de la que están en capacidad de comprender. Recordemos entonces las reglas de oro para responder las preguntas más frecuentes de niñas y niños menores de 5 años acerca de la sexualidad. Explicar con honestidad. Decir la verdad. Hablar con naturalidad. Responder solo lo que preguntan y de acuerdo con su edad. Utilizar siempre los términos correctos, por ejemplo, senos, pene, testículos, vulva. Aclarar la pregunta antes de responder para establecer si you han recibido información que requiere ser corregida, reforzada o amplida. Y si el sentido de la pregunta es el que nosotros le estamos dando. Aceptar la pregunta como una expresión natural del niño o de la niña. Sin juzgarlos, sin regañarlo, sin hacerlo sentir mal por el deseo de saber y conocer. Para emplear este tema te sugerimos la lectura Encuentro sobre el tema, a continuación. [MUSIC]