[MUSIC] En este vídeo, abordaremos la primera de las competencias que podemos fomentar durante los primeros años de vida. Para empezar, me gustaría que contestes las siguientes preguntas. [MUSIC] Posiblemente, al responder estas preguntas. Te des cuenta que en los primeros años de vida aprendemos aspectos muy importantes relacionados con la sexualidad. Uno de los principales aprendizajes tiene que ver con el reconocimiento y la aceptación del propio cuerpo. Reconocer y aceptar el cuerpo es una tarea fundamental para el desarrollo de la sexualidad. Desde los primeros meses de vida las niñas y los niños comienzan a explorar diferentes partes de su cuerpo. Se miran y se introducen en la boca sus manos y sus pies, se tocan sus genitales cuando tienen la oportunidad de hacerlo. O se introducen objetos en la nariz y los oídos. Las personas que se encargan de su cuidado también puede facilitar este autodescubrimiento y aprendizaje a través de juegos y canciones. Sin embargo, en las actividades dirigidas a enseñar las partes del cuerpo a las niñas y los niños, pocas veces los adultos incluyen los genitales. Lo cual es esencial para que estos sean asumidas de manera tan natural como cualquier otra parte del cuerpo. [MUSIC] Paralelamente las niñas y los niños van descubriendo que su cuerpo es fuente de sensaciones agradables, satisfactorias o placenteras. Y también van identificando aquello que les produce sensaciones desagradables, molestas, fastidiosas, incómodas o dolorosas. De esta forma, las niñas y los niños descubren la capacidad que tienen para experimentar placer cuando los acarician. Cuando los mecen suavemente, cuando les cantan, cuando se sienten satisfechos después de comer, cuando orinan o evacúan sus heces. Incluso, desde las primeras semanas de vida, los niños responden de manera refleja con erecciones. Y las niñas con lubricación vaginal a ciertos estímulos internos y externos, you sean mientras duermen, les bañan, les alimentan o les cambian el pañal. Es importante recordar que niñas y niños exploran y descubren su cuerpo de la misma forma que hacen con el resto de las cosas que hay a su alrededor. El descubrimiento de sus genitales viene a ser una sorpresa agradable, debido a que generalmente los mantiene cubiertos con los pañales. De manera que el cambio de pañal y el baño son los instantes propicios para tocar esta parte de su cuerpo con las manos. [MUSIC] Es así como la autoestimulación ocurre inicialmente de manera involuntaria, accidental o casual. Y se repite de la misma forma que cualquier otra actividad tendiente a obtener información sobre el propio cuerpo. A través de esta conducta exploratoria, las niñas y los niños. Van descubriendo el componente placentero que tiene tocar ciertas partes del cuerpo. [MUSIC] En la medida de que las niñas y los niños se dan cuenta que al tocarse los genitales sienten diferente que cuando se tocan cualquier otra parte del cuerpo. Empiezan a realizar esta actividad de manera intencional. En el primer año de vida, niñas y niños, tienden a tocarse los genitales tan pronto como pueden dirigir el movimiento de sus brazos y cuando están sin ropa. Hacia los 2 o 3 años, la estimulación genital suele ocurrir de manera intencional. Usando sus manos o los objetos que tienen disponibles, juguetes, cobijas, almohadas o muebles. Esta práctica de autoestimulación intencional tiende a disminuir con el tiempo. Y a diferencia de la masturbación, no está acompañada de fantasías eróticas o el deseo de alcanzar un orgasmo. Estas sensaciones, sumadas a una amplia gama de actividades exploratorias. Les permiten progresivamente discriminar entre su propio cuerpo y el mundo exterior. Al final de los 2 años, por lo general, desarrollan la capacidad de autoreconocimiento. Es decir, la capacidad que tenemos las personas de vernos en un espejo, y reconocer que la persona que veo soy yo. Otro suceso significativo entre los dos y tres años de edad es el inicio del entrenamiento para el control de esfínteres. Aprender a usar el baño es mucho más difícil para niñas y niños que aprender comer solos o dormir toda la noche. Debido a que este comportamiento no tiene una recompensa obvia. Cuando la niña o el niño come, satisface su necesidad de hambre. Y al ir a la cama, para dormir, les permite lograr el descanso. Pero cuando les ponemos en el baño lo único que hacen es orinar o evacuar, algo que de todas formas van a hacer con o sin pañal. Este comportamiento es importante para las personas adultas, no para las niñas y los niños. La forma como se realice el entrenamiento de control de esfínteres. Contribuye a que las niñas y los niños empiecen a reconocer sus genitales con limpieza y suciedad. Pudor y vergüenza, satisfacción e insatisfacción, bueno y malo, apropiado e inapropiado. Por este motivo es importante evitar asociar el uso del baño con palabras que indican aprobación o desaprobación de la niña o el niño. Como persona diciendo que es un niño bueno cuando lo usa o que es un niño malo cuando no lo hace. Aprender a usar el baño y dejar los pañales es tan solo una nueva habilidad que niños y niñas desarrollan con el tiempo. Cuando han alcanzado la madurez neurológica para hacerlo, ni antes ni después. En síntesis, con respecto a la primera competencia podemos decir que en los primeros cinco años de vida la eduación de la sexualidad facilita. Uno, aprender los nombres de los genitales. Dos, reconocer que nuestro cuerpo nos permite experimentar sensaciones agradables. Tres, explorar la capacidad que tenemos de experimentar placer cuando tocamos determinadas partes del cuerpo. Cuatro, diferenciar los comportamientos que llevamos a cabo con nuestro genitales. Que son aceptados o aprobados en el medio en que vivimos de los que no lo son. [MUSIC]