Se puede argumentar que la ecualización es el efecto de audio más popular que existe, y no es por casualidad. Hay ecualizadores en casi todo sistema de audio y se usan para todo, son tan básicos para el audio como la salsa a los tacos. El trabajo de un ecualizador es atenuar o subir frecuencias según lo necesites en tu operación. En este video vamos a ver los tipos de ecualizadores que existen, los parámetros que normalmente contienen y las aplicaciones más comunes para los mismos. Todo filtro tiene una frecuencia de corte. La frecuencia de corte es el punto en que el filtro reduce tres decibeles, de ese punto en adelante, el filtro seguirá atenuando frecuencias hasta cancelarlos por completo. Todo filtro tiene un grado dependiente, el cual se mide en decibeles por octava o polos; mientras más decibeles por octava o más polos, más severo es el filtro. Un filtro de paso bajo deja pasar frecuencias por debajo de la frecuencia de corte. Un filtro de paso alto deja pasar frecuencias por encima de la frecuencia de corte. Un filtro de paso de banda deja pasar frecuencias alrededor de la frecuencia de corte. Finalmente, un filtro de rechazo de banda, como dice el nombre, rechaza frecuencias alrededor de la frecuencia de corte. ¿Por qué usarías cada uno de estos? por ponerlo coloquialmente, limpian el espectro de frecuencias, podrías retirar frecuencias específicas, según lo necesites. Escucha estos ejemplos para darte una mejor idea del sonido y uso de cada uno. Ahora pasemos a los ecualizadores de estante o "shelving", por su nombre en inglés. Un ecualizador de estante es similar a un filtro, pero de ninguna manera es idéntico. Mientras que un filtro atenúa hasta el punto de cancelar por completo el sonido, el ecualizador de estante puede subir o bajar una sección del espectro en general, sin embargo, jamás llega a la cancelación absoluta, puedes detener la atenuación en un nivel exacto. El único parámetro que puedes afectar en este tipo de ecualizador es la ganancia o atenuación para frecuencias fijadas previamente. Los ecualizadores gráficos agregan un parámetro a nuestra selección, además de poder atenuar o dar ganancia a frecuencias, tienes control más preciso sobre cuáles frecuencias subes o bajas. El tipo de ecualizador más completo, es el ecualizador paramétrico. Es más completo porque tiene mayor control sobre cada parámetro, puedes controlar cuál frecuencia subes o bajas con precisión, también tienes un control preciso sobre cuánto subes o bajas esta frecuencia. El tercer parámetro que te permite manipular un ecualizador paramétrico es el factor de calidad o Q. El Q es una expresión del ancho de banda. Observa el diagrama, toma la selección de frecuencia en un ecualizador como centro, el ancho de banda es la distancia entre dos puntos alrededor de la frecuencia central, estos dos puntos se marcan donde hay una diferencia de tres decibeles en comparación a la frecuencia central. Cuando divides la frecuencia central entre esta distancia, obtienes el Q. ¿Por qué se hace esto? el ancho de banda se mide en Hertz, lo cual es más científico que lo que es musical. Traducir los Hertz del ancho de banda al coeficiente de Q, permite una cifra más musical. En la fórmula de Q, una octava musical es 1,5. Una quinta sería 2,5 y tres octavas serían 0,7. Estos números son mucho más fáciles de escribir o memorizar que los miles de Hertz que están disponibles en el espectro. Ahora que ya estás familiarizado con los parámetros que se pueden afectar en un ecualizador, vamos a darles un uso. El primer tipo de aplicación que podríamos tener con un ecualizador es la prominencia, esto es cuando algo en una grabación ya se escucha bien y con un ecualizador quieres resaltar eso que ya se escucha bien. Por ejemplo, el brillo de una guitarra, suena bastante bien en la grabación y en la mezcla sólo quieres que resalte todavía más ese buen brillo. El segundo uso que veremos es la corrección, es lo opuesto a la prominencia, esto es cuando hay un rango de frecuencias no deseables porque no suenan muy estéticos en tu grabación. Por ejemplo, grabaste una guitarra eléctrica o un piano y están demasiado cargados de medios, lo cual los hace sonar opacos, entonces con un ecualizador retirarías esas frecuencias que lo hacen sonar opaco o las atenúas. Vamos a escuchar cómo se hace una corrección. La tercer técnica es un poco más especializada y puede que requiera una combinación de las dos técnicas anteriores, se llama nicho espectral. Un nicho espectral es complementar dos instrumentos según su rango de frecuencias, en términos más coloquiales, quiere decir ponerle a uno lo que le quitas al otro y viceversa. Esto tiene como objetivo hacer embonar los dos instrumentos en conjunto. Es común, por ejemplo, hacer un nicho espectral entre el bombo y el bajo, escucha este ejemplo. Quitarle a uno lo que le pones al otro y ponerle a uno lo que le quitas al otro le da bastante claridad a los dos, es un recurso bastante útil, pero intenta no abusar de ello, cuando abusas de ello provocas la exageración del efecto, los instrumentos se empiezan a escuchar demasiado separados entre sí, lo cual provoca que se oigan delgados. Úsalo solamente cuando sientas que un instrumento le estorba a otro en términos de tono. El último uso que veremos para un ecualizador es el más divertido, es el efecto especial. Igual que en el cine, un efecto especial con un ecualizador es más para entretenimiento de lo que es utilitario. Por ejemplo, le puedes cortar la mayoría de las frecuencias a una voz para hacerla sonar como que viene del radio. Los DJ's también utilizan la reducción de frecuencias para introducir nuevas secciones, abriendo lentamente el espectro para hacerlo sonar como que viene de lejos. También puedes subir el Q de un ecualizador altísimo y la ganancia también y barrer un instrumento para darle un efecto que podrías describir como setentero. En resumen, hoy vimos los distintos tipos de ecualizadores: filtros, de repisa, gráficos y paramétricos. También vimos los parámetros que se pueden afectar en un ecualizador, los cuales serían la ganancia, el Q y la frecuencia. Finalmente, vimos aplicaciones comunes para un ecualizador; la prominencia, la corrección, el nicho espectral y los efectos especiales. Recuerda que no es suficiente saber la teoría. ¡Practica todo lo que puedas! Nos vemos en el siguiente video.