En este video te voy a dar tips sobre cómo posicionar tus monitores de audio en tu estudio casero, y algunas guías de acústica básica. Aunque no cuentes con un presupuesto grande, hay varias, buenas, prácticas que puedes seguir para mejorar considerablemente la acústica de tu cuarto y así poder hacer mezcla en él. Comencemos con el posicionamiento de los monitores. Observa el diagrama: el mejor posicionamiento resulta de formar un triángulo equilátero en el cual los monitores son dos de las esquinas mientras que tus oídos completan el triángulo. Esto es por la naturaleza de la percepción humana; en específico, estamos hablando del "efecto Hass". El efecto Hass determina que si un sonido llega a un oído antes que al otro, debe estar más cerca de ese mismo oído. El cerebro está constantemente calculando la diferencia de tiempo entre los sonidos que llegan a tus oídos. Si lo aplicamos a los monitores, esto quiere decir, que si una bocina está colocada delante de la otra, el sonido de esa bocina llegará antes al oído correspondiente, haciendo que tu mezcla, en general, se sienta pesada de un lado. Es por esto que necesitamos el triángulo equilátero, al asegurar que ambos monitores están a la misma distancia de cada oído, también aseguras que el sonido llega al mismo tiempo a ambos. El ángulo hacia cada bocina, partiendo desde una línea a la mitad de tu cabeza, es de 30 grados; esto es resultado de que, en un triángulo equilátero, cada ángulo mide 60 grados. Trata de que tus monitores no estén en contacto directo con la superficie en la que descansen. Esto provocará que las vibraciones de los monitores se trasladen a tu escritorio de trabajo, y a su vez al suelo, retumbando por todo el cuarto. La mejor práctica es comprarles un pedestal dedicado y un par de amortiguadores acústicos que la separen del pedestal. Esto minimiza las vibraciones de las bocinas, que podrían tocar el suelo. Si no cuentas con pedestales y amortiguadores acústicos, busca elevar las bocinas, aunque sea con material altamente poroso y durable. Ahora, ¿cómo sabemos dónde colocar los monitores dentro del cuarto en el que estés? Lo primero es buscar que nunca estén pegados a la pared. Esto provoca que los reflejos de la pared sean fuertes y se mezclen con el sonido directo de los monitores. Si tu cuarto tiene forma de polígono irregular, estás de suerte. Esto facilita que los reflejos de las paredes no sean simétricos y no sea fácil que se mezclen con el sonido directo de los monitores. En un polígono irregular, busca que los monitores estén en alguna esquina del cuarto que no tengan mucha simetría: esto exagera todavía más el rompimiento de la simetría que ya aporta el cuarto. Si tu cuarto es rectangular, tu prioridad debería ser poner distancia entre tus monitores y la pared más cercana al frente de los mismos. Observa cómo, en esta ilustración, la pared más lejana es la que ve los monitores de frente, esto minimiza el reflejo más directo y fuerte en el cuarto. Sin embargo, no dejes de contar el espacio detrás. Una cifra recomendable es que los monitores estén en el 83 por ciento de la distancia de tu cuarto. Cuando hablamos de acondicionar un cuarto chico, hablamos de tres fenómenos acústicos principales: absorción, reflexión y difusión. La absorción es la propiedad de los materiales de absorber energía acústica: el sonido entra pero rebota con menor fuerza que con la que entró. La reflexión es la propiedad de un material para reflejar el sonido: el sonido pega con la superficie y rebota con una cantidad de energía similar. Finalmente, está la difusión. Esto es una dispersión de ondas sonoras en múltiples direcciones: piensen lo que una bola disco le hace a la luz, la luz pega con los espejos y luego la esparce en múltiples direcciones. Esto hace la difusión con el sonido. ¿Por qué hablamos de estos tres fenómenos? Una concepción que tenemos cuando somos novatos en el tratamiento acústico es pensar que lo único que necesitamos es aislamiento. El "aislamiento" es prevenir que sonidos externos entren a tu cuarto o que el sonido del cuarto escape al exterior. Lograr esto adecuadamente toma construcciones sumamente complejas y caras, o sea, no cartón de huevo. El proceso se puede resumir en lo que llamamos "un cuarto flotado". Esto es instalar, básicamente, un doble piso, dobles paredes y doble techo, para generar un cuarto dentro de otro cuarto. Es mucho más complejo de lo que puedo detallar aquí y, para lograrlo, la mejor recomendación es que contrates a un experto en diseño acústico. Otro error común en el acondicionamiento acústico es pensar que todo el cuarto debe ser absorbente. Esto implica forrar todo el cuarto de material que absorba el sonido, comúnmente con material espumoso pegado a la pared. Lo único que logra esto es que el cuarto suene demasiado muerto, sin reflejos y poco natural. Piensa cuántas veces en la vida entras en un cuarto y no hay reflejo alguno. Eso es un sonido muy poco natural y desconcertante. Todo cuarto en el que entras, por la distribución de materiales que tiene, tiene algún grado de reverberación. Un cuarto muerto, es un cuarto que suena muy poco natural. El único lugar que no exhibe reflejos en un cuarto intencionalmente, es una Cámara Anecoica, la cual se usa para la medición de equipos de audio. Si gustas aprender más sobre cámaras anecoicas, te dejamos material de recomendación en la información del video. El siguiente error más común: el cartón de huevo. De ninguna manera ayudará el cartón de huevo al aislamiento acústico. Ya mencionamos que eso es una construcción mucho más compleja y se necesita un diseñador experto. También, no es un material muy absorbente que digamos, no va a matar mucho los reflejos en el cuarto. Sin embargo, lo que sí logra el cartón de huevo es la difusión del sonido. ¿De qué nos sirve la difusión? Difuminar el sonido sirve para que no se vaya por completo, pero ya nos escuche como un reflejo pronunciado. En términos prácticos, es el punto medio entre la reflexión y la absorción. No deja que el sonido muera, pero tampoco lo refleja directamente. Para el acondicionamiento casero, lo que quieres es balancear entre los tres fenómenos absorción, reflexión y difusión. Esto permite, al cuarto, sonar de manera natural, al mismo tiempo que se controlan reflejos no deseables. ¿Cómo sabes cuando el cuarto ya está balanceado? Es un tema muy complejo, pero vamos a intentar resumirlo en un par de mediciones básicas. La primera medición sería la medición de nodos y anti-nodos, y la segunda sería la medición del RT 60. Los nodos son cancelaciones o vacíos de sonido. Los anti-nodos son apoyos o burbujas de realce de sonido. Se forman por cada frecuencia en el cuarto, debido a la simetría del mismo y el posicionamiento de los monitores. Influyen en tu percepción de graves y medios, principalmente. El RT 60 refleja el tiempo que toma que una frecuencia en particular muera en el cuarto. Esto influye tu percepción sobre cuáles frecuencias se quedan resonando. El objetivo, cuando acondicionas tu cuarto, es colocar material de absorción, difusión y reflexión, de tal manera que el RT 60 de ninguna frecuencia sea demasiado largo y genere un ruido demasiado reverberante. En cuanto a los anti-nodos, si son muy fuertes, puedes crear lo que se conoce como trampas de bajos: estas son construcciones que permiten que frecuencias demasiado pronunciadas en el cuarto resuenen en su interior para después absorberlas. En realidad, el acondicionamiento acústico y la acústica arquitectónica es una habilidad que puede tomar un grado de maestría apropiar, pero eso no quiere decir que no puedas empezar con los fundamentos, con la información que te dejamos aquí. Si te quieres adentrar más en el mundo del acondicionamiento acústico, te vamos a dejar material de apoyo en la información de este video. Sigue investigando y nos vemos en el siguiente módulo.