[MÚSICA] Todos y todas somos seres humanos, relacionamos la educación para una ciudadanía global con el humanismo radical, en el sentido de que es una idea esencial de la ciudadanía global que todas las personas somos ciudadanía con plenos derechos y deberes, con independencia de su origen, de sus creencias de su etnia. Me gustaría que reflexionaran sobre una pregunta que para nosotros es muy importante y que se genera a partir de la crisis de los refugiados en Europa, ¿son ciudadanía los refugiados y refugiadas? EL humanismo radical es definido, por ejemplo, por Erich Fromm, con las siguientes palabras, por humanismo radical entiendo una filosofía global que insiste en la unidad de la raza humana, en la capacidad humana para desarrollar sus propios poderes y para llegar a la armonía interior y establecer un mundo pacífico. Es decir, el humanismo llevado a la, desde el punto de vista de la educación, a una educación para la justicia social. [SONIDO] Nos planteamos una pregunta esencial para la educación para la ciudadanía global desde este humanismo radical, y es, ¿qué nos hace, qué nos hace humanos? Es una pregunta que deberíamos plantear siempre a nuestros alumnos y alumnas en el, en el terreno de la enseñanza. ¿Qué es lo que nos hace humanos? ¿Qué nos separa de las máquinas o de los animales? Seguramente, llegaríamos a la conclusión de que los seres humanos estamos caracterizados por la pluralidad, por maneras diferentes de ver el mundo y por la diversidad. Somos diferentes, pero también somos iguales, iguales en cuanto a derechos y deberes, iguales en cuanto a justicia y a otros derechos humanos. Una de las características del ser humano es que hay más cosas que nos une que nos separan. Los sentimientos y las emociones, en la mayoría de seres humanos, son muy parecidas. Si pensamos en diferentes familias, en diferentes personas del mundo, nos daremos cuenta que todas las personas trabajan, se divierten, ríen y lloran, buscan la felicidad y tienen necesidad de amor, de afecto, de sentirse queridos o de querer. Estas características son las características que nos unen como humanos y son las que nos indican que hay más cosas que nos unen que nos separan. Por estas cuestiones, podríamos pensar que todos tenemos el derecho a ser considerados ciudadanía o parte de la ciudadanía. En la pregunta sobre qué nos hace humano que planteaba anteriormente, es cuando nos planteamos qué nos diferencia, por ejemplo, de otros animales, las personas somos un tipo de animales, pero, ¿qué nos diferencia de otros animales? Enterramos a nuestros muertos, educamos a nuestros niños y niñas, pensamos en el futuro, tenemos problemas, amamos a la familia, hay cosas que seguramente nos unen a los, a otro tipo de animales, y otras cosas que nos hace diferente. Esta es una pregunta muy importante cuando nos planteamos qué es lo que nos hace humanos, los humanos, por ejemplo, planificamos el futuro, queremos avanzar en la ciencia, hay unas cuestiones que son verdaderamente interesantes, por ejemplo, de plantearlas en la educación. Y lo mismo pasa cuando nos planteamos qué nos diferencia de las máquinas, muchas veces, parece que las máquinas pueden llegar a ser igual que las personas, pero verdaderamente, en el campo de la educación es donde vemos que el contacto humano, la presencia, el acompañamiento, el facilitar el aprendizaje es algo que nunca las máquinas podrán hacer. En este sentido, la pregunta qué nos hace humanos todavía tiene ese componente, o tiene un componente esencial importantísimo en la educación que es plantearle a los niños y niñas y ver cómo sus respuestas son verdaderamente interesantes. Cuando hablamos de humanismo y cuando hablamos de ciudadanía global, nos aparece este concepto tan importante que es el concepto de identidad. Nosotros, el grupo de investigación [INCOMPRENSIBLE] y los profesores que nos dedicamos a formar profesores, y a intentar innovar en las escuelas, consideramos que el concepto no es identidad, que el concepto es identidades, no hay nadie que tenga una sola identidad, incluso, yo diría que es algo peligroso pensar que uno solo tiene una identidad, las personas tenemos identidades diferentes, podemos ser de una nacionalidad, o de una cultura, o de una identidad sexual, o nuestra edad también puede marcar una identidad. Les propongo que reflexionen si ustedes tienen una sola identidad o tienen identidades diferentes. Y en todo caso, estas identidades qué identidades son. La ciudadanía global, nosotros la calificamos como ciudadanía global crítica o como ciudadanía global crítica y democrática, esto quiere decir que no solamente formamos parte de la ciudadanía, sino que también deberíamos intentar luchar por la igualdad, por la libertad, por extender la democracia a todos los países del mundo, y sobre todo por comprender e intentar aminorar las desigualdades, las marginaciones, las injusticias, esto es lo que caracteriza a la ciudadanía global crítica. O sea, que no nos quedaríamos solamente con este concepto de ciudadanía global, sino que deberíamos extenderlo a una ciudadanía global crítica que intenta que este mundo sea un poco más justo y un poco más libre. En este sentido, nos encontramos con este concepto que nos parece fundamental en cualquier tipo de enseñanza y sobre todo en los estudios sociales, la ciudadanía global crítica debe educarse a partir de una educación para la justicia social, para que todas las personas del mundo puedan gozar de la democracia, de la libertad, de la igualdad, de la justicia. En este sentido, la ciudadanía global critica, desde el punto de vista de la justicia social, no se trata solamente de saber interpretar críticamente el mundo, sino también de intentar participar democráticamente y transformar nuestras ideas en acción social. ¿Cuál es el horizonte de esta acción social, cuál es el horizonte de la ciudadanía global crítica? El horizonte debe ser siempre los derechos humanos. Los derechos humanos son aquellos que unen a todas las tradiciones, a todas las culturas, a todas las religiones. Los derechos humanos han sido una meta que ha costado mucho llegar a conseguir, y en este momento es aquello en el cual, el sitio donde nos podemos encontrar todas las personas, todos los grupos humanos, sea cual sea su cultura, religión, etnia, etcétera. [SONIDO] En la educación para ciudadanía global crítica, en una educación para la justicia social, no podemos olvidar que los niños y niñas forman parte de esta ciudadanía, y forman parte esta ciudadanía con plenos derechos. Los niños y niñas no son personas, no son ciudadanía que tienen menos derechos y menos deberes que los adultos, adaptándonos a su edad y comprendiendo sus limitaciones y posibilidades, hemos de comprender que los niños y niñas son los protagonistas de la educación, deben serlo, deben estar presentes en la educación, y sobre todo debemos tener en cuenta desde esta perspectiva de educación para la ciudadanía global crítica y de educación para la justicia social, aquellas palabras que nos dice Manfred Max-Neef. Él nos dice, una de las situaciones más trágicas por la que la humanidad en su conjunto debe sentir tanto dolor como vergüenza, es que hemos construido un mundo en el que la mayoría de los pobres son niños o niñas, y lo que es aún más grave, que la mayoría de los niños son pobres. En este sentido, me gustaría acabar este apartado indicando la importancia para la ciudadanía global, global crítica, no olvidar que los principales protagonistas de la enseñanza, y seguramente los principales protagonistas de la justicia social y de nuestro futuro, Son los niños y las niñas. Muchas gracias. [MÚSICA] [MÚSICA]