¿Alguna vez en tu actividad docente has aplicado una lista de cotejo o un quiz? En este video te vamos a explicar cómo aplicarlos correctamente, cómo diseñar y seguir la metodología adecuadamente, así como sacar el mejor provecho a sus resultados. Dos instrumentos empleados comúnmente en la evaluación educativa, son la lista de cotejo y el quiz. Para obtener el mejor provecho de su aplicación es necesario comprender la metodología empleada en su elaboración, así como la forma de analizar los resultados que se obtienen. En primer lugar, vamos a abordar el tema de la lista de cotejo y vamos a ver qué es una lista de cotejo. Es un instrumento que relaciona acciones sobre tareas específicas. Estas tareas están organizadas de manera sistemática, y tienen la finalidad de valorar la presencia o ausencia de éstas y asegurar su cumplimiento durante el proceso de aprendizaje, es decir, si el estudiante está cumpliendo o no con esas tareas. Las características de una lista de cotejo son las siguientes. Puede ser empleada con propósitos diagnósticos, formativos o sumativos. También ayuda a evaluar los conocimientos, destrezas o conductas. Esto es importante, por ejemplo, al momento de evaluar competencias educativas. Es útil para conceptualizar actividades y guiar las decisiones y tareas para su logro. Usualmente, emplean una escala de respuestas dicotómica o una sola casilla de verificación. Proporciona evidencias sobre el logro del desempeño del alumno en situaciones específicas, permite realizar evaluaciones individuales o colectivas, y también existen diferentes tipos de listas de cotejo. Por ejemplo, desde las más sencillas, como puede ser una lista de súper, o bien las más complejas, como puede ser la conducción de un avión. También puede ayudarnos a recordar aspectos importantes o los pasos a seguir para realizar algún proceso, y es un instrumento fácil de construir, es flexible y puede aplicarse en distintos contextos de aprendizaje. Ahora vamos a ver cómo elaborar o cómo diseñar una lista de cotejo. En primer lugar, vamos a seleccionar el o los objetivos que se quieren valorar a través de ella. Después, vamos a determinar las actividades que el alumno debe realizar por medio de esta lista de cotejo. Después, definir el tipo de evaluación que se quiere realizar con la lista que, como ya mencionó Eli, puede ser una evaluación diagnóstica, formativa o sumativa. Después, vamos a contemplar al público al que se va a dirigir esta lista. Después, vamos a determinar el nivel de logros de las actividades que va a contener esta lista de cotejo. Vamos a definir los criterios para evaluar el desempeño a través de la lista de cotejo y, finalmente, vamos a organizar el listado de estas actividades. A continuación, te vamos a dar algunos puntos importantes que no se te tienen que olvidar. Por ejemplo, tenemos que definir el título de la lista de cotejo. Tiene que ser breve, llamativo. Después, tenemos que incluir una sección de datos de identificación. En éstos puedes incluir, por ejemplo, el nombre del alumno, la fecha, el grupo. Es importante también redactar las instrucciones para su empleo. Los alumnos deben saber qué instrucciones seguir para llenar una o dos casillas, o una como se había indicado anteriormente. También incorporar las actividades, tareas o aspectos que son los que nos describió hace un momento Johana, y considerar un apartado para observaciones. Y, finalmente, revisar completo el documento que armamos antes de mandarlo a reproducir. Esto para evitar errores, y que los alumnos tengan un trabajo limpio al momento de realizar su actividad. También es importante saber cómo aplicar una lista de cotejo, porque sí, las empleamos mucho pero, a veces, no sabemos muy bien cómo podemos usarla, cómo podemos aplicarla. En la aplicación es muy importante considerar el contexto porque, bien se puede hacer en un salón de clases, en un laboratorio, en un taller o en alguna práctica de campo, por ejemplo. Pero, si podemos hacerla, por ejemplo, en una práctica de campo, es importante saber si la vamos a hacer en un formato impreso o en una versión digital. En una práctica de campo puede ser complicado hacerlo en una versión digital, aunque ya existen tabletas y dispositivos electrónicos, pero es complicado que los estudiantes estén trasladando esto de un lado a otro, entonces sería mejor, o sería más apropiado hacerlo en un formato impreso. Por eso es importante considerar el contexto en el que vamos a aplicar esta lista de cotejo. Vamos también a definir si va a ser entregada antes o al final de realizar las tareas o lo que se va a evaluar. ¿Por qué? Antes es recomendable para que los alumnos conozcan qué es lo que tienen que cumplir, con qué puntos deben de cumplir o no, por ejemplo, en esta práctica. Y al final también puede ser utilizada un poco para que el alumno vea en qué puede mejorar, o en qué puede puntualizar estas tareas que realizó. Entonces, es importante considerar si se les va a entregar antes, o se les va a entregar al final, o en qué momento se va a utilizar esta lista. Y, finalmente, es importante determinar el tiempo que se empleará para su uso. Además de su aplicación, analizar los resultados de una lista de cotejo es esencial. Pero, ¿cómo hacerlo? Los resultados ayudan a tomar decisiones sobre el avance de los alumnos. También, hay que tomar en cuenta si se trata de una evaluación a cargo del profesor o una autoevaluación por parte de los alumnos. El análisis depende de si la aplicación fue grupal o individual. También hay que considerar que la ausencia o presencia en el cumplimiento de las actividades que contiene la lista de cotejo es un indicador del desempeño esperado de los alumnos. Es decir, si no está marcada como que existe ese desempeño en el alumno, esto quiere decir que hay que hacer algo con ese alumno, con ese aprendizaje, porque no se está logrando. Entonces, normalmente, lo que se efectúan en estos casos son actividades remediales. Vamos a ver ahora para qué utilizar los resultados de una lista de cotejo. Sus resultados pueden actualizarse a corto, mediano o largo plazo, y pueden ser utilizados para mejorar el aprendizaje de los alumnos, también para documentar el proceso de enseñanza aprendizaje. En una lista de cotejo, como se puede emplear antes, durante o después, entonces por medio de esto podemos conocer si el alumno va adquiriendo esas habilidades o esos conocimientos que se estipulan en esta lista de cotejo. También nos ayuda el uso de resultados a ofrecer información a los alumnos y mejorar su aprendizaje, y también ayuda para motivar a los alumnos a reflexionar y a autoevaluarse, autoevaluar la calidad de su desempeño. Para ello, es necesario que estos resultados se les presente de manera muy clara y que todo sea muy claro desde el inicio, desde la redacción. También, el uso de resultados promueve la interacción entre diferentes actores, dado que se pueden intercambiar las listas de cotejo, es decir, realizar un ejercicio de coevaluación y, por medio de ello, podemos saber si mi compañero cumplió, si yo no cumplí, etcétera, y hacer un poco el ejercicio de autocrítica o crítica entre pares. A continuación, vamos a ver un ejemplo de lista de cotejo. En un primer momento tenemos los datos generales. Posteriormente, el título, en este caso, características del anteproyecto de investigación. Después, vienen las instrucciones. A continuación, el desarrollo, es decir, la columna con las casillas que hay que marcar si se encuentra el elemento que viene en la columna de la derecha. Estas características son las que debe tener, por ejemplo, el anteproyecto de investigación y, finalmente, un espacio para observaciones. Estas observaciones pueden tener tres, cinco líneas, dependiendo del espacio que se quiera destinar para ello, y es útil para identificar eso que no se pudo mencionar en el interior de nuestro cuerpo de la lista de cotejo, y que también es importante mencionar y no olvidar. Bueno, ya hemos revisado los aspectos que tienen que ver con la lista de cotejo. Vamos a hablar ahora de lo que es un quiz, tanto de su elaboración y el uso de resultados también. Vamos a ver que el quiz es un instrumento de evaluación que se compone de un conjunto corto de preguntas y respuestas estructuradas, acerca de ideas principales y específicas del contenido de temas a evaluar o de unidades a evaluar. Veamos cuáles son las características que tiene un quiz. Un quiz permite realizar diferentes tipos de evaluación, diagnóstica, formativa o sumativa. También, se puede utilizar en una enseñanza presencial o a distancia. A distancia, creo que es una de las mejores características que puede tener el quiz también. Ayuda a medir habilidades individuales o grupales, y también suele aplicarse asignando un tiempo breve para su resolución. Hago énfasis en el tiempo breve para su resolución. Como tienen que abordar los temas fundamentales o, de verdad, como lo más vital de un contenido, esto tiene que ser muy breve, no es un cuestionario extenso en donde tengamos una hora para resolverlo, el maestro lo lleva a casa y entrega, no, no, no. Esto es muy, muy rápido, se entrega rápido, se califica rápido, es tiempo breve para su resolución. Además, precisamente, eso le da varias virtudes. Por ejemplo, es práctico, porque no requiere mucho tiempo para su elaboración ni para su resolución. Permite evaluar conocimientos y habilidades de razonamiento o solución de problemas, y es capaz de brindar resultados inmediatos. Veamos ahora los pasos para elaborar o diseñar un quiz. En primer lugar, se tienen que seleccionar el o los objetivos de aprendizaje que se van a evaluar a través de este instrumento. Esto es, vamos a definir el tipo de evaluación que se quiere realizar a través de él. Vamos a considerar el público al que va dirigido. Después, vamos a elegir los puntos más sobresalientes del tema o contenido que será evaluado. Esto es muy importante dado que podemos evaluar todo un módulo o todo un periodo, todo un semestre, por ejemplo, pero es muy importante tener especificidad en cuanto a qué de ese semestre o de ese módulo, porque dado que es un instrumento muy breve, como ya se comentó, y se recomienda que sea en poco tiempo en el que los estudiantes lo realicen, no podemos ponerle 30 preguntas, sino tiene que ser muy breve. Entonces, dado esto, tiene que ser muy específico los contenidos. Específicamente, qué queremos que el alumno se lleve, se termina el semestre, pero qué de todo lo que se vio en el semestre es lo más importante que los estudiantes se lleven. Como docentes, sabemos muy bien en qué flaquean los estudiantes, cuáles son sus debilidades, cuáles sus fortalezas y, en ese sentido, tenemos que ser muy específicos eligiendo los puntos más sobresalientes del tema o contenido que va a ser evaluado. También vamos a establecer el número y tipo de preguntas que contendrá, esto teniendo en cuenta el punto anterior. Y vamos a definir el valor de la puntuación de cada pregunta. Vamos a estimar el tiempo de respuesta de los examinados y, finalmente, vamos a elaborar las preguntas de este quiz. Otros puntos que tenemos que tomar en cuenta al elaborar un quiz es definir el título. Este título sí tiene que ser muy cortito, de preferencia entre signos de admiración, algo que motive al alumno porque sabe que va a contestar algo en muy poco tiempo, y es una actividad breve y chiquita, pequeña. También hay que establecer las instrucciones para la resolución del quiz. Hay que colocar las preguntas en orden y realizar una última revisión antes de aplicarlo. Vamos a ver ahora cuándo se debe aplicar un quiz. El quiz se puede aplicar antes de iniciar una clase para verificar o reforzar el aprendizaje de la sesión, ya sea de la anterior o de alguna sesión más, mucho más previa. También se puede utilizar al término de la revisión de una unidad o de un tema, para sintetizar la información y para resaltar los puntos más importantes, que ya hemos visto que esta es una gran ventaja del quiz. Y, finalmente, se puede aplicar después de una lectura para verificar su comprensión. Se les puede dejar una lectura a los estudiantes previo a la sesión, y antes de iniciar la sesión se les puede hacer un quiz para saber si leyeron y qué tanto se les quedó el aprendizaje que queremos que los alumnos tengan de esa lectura. Para aplicar un quiz también debemos de saber cómo hacerlo. Para ello es necesario que, antes de aplicarlo, hay que tener muy claras las instrucciones, el tiempo límite para resolverlo, así como la forma de calificarlo. Durante la aplicación del quiz, es importante que el profesor supervise a los estudiantes, monitoree las actividades que se están llevando a cabo y también resuelvan las dudas, en caso de existir. Finalmente, ya cuando concluye, se pueden o no recoger los instrumentos, pues pueden analizarse de manera grupal o entre pares. Por ejemplo, si soy profesor y tengo un grupo, tengo que recoger todos los quiz y analizarlos, y así voy a tener una idea general del desempeño de mi grupo en un aprendizaje. Pero, si lo quiero a nivel individual, o quiero que hagan una autoevaluación mis alumnos, lo que voy a hacer es dejarlos, decir las respuestas, que ellos mismos se califiquen y comenten, precisamente, sus fallos y sus aciertos para que tengan otro tipo de realimentación sobre su aprendizaje. Ahora vamos a ver cómo analizar los resultados de un quiz. El análisis de este instrumento se va a basar, sobre todo, en los puntajes que ya se le asignaron a cada pregunta o en la escala de valoración de cada pregunta. A partir de ahí es donde vamos a poder realizar este análisis de resultados. Los resultados de un quiz podemos utilizarlos para ofrecer realimentación inmediata de los contenidos a nuestros estudiantes y, como les mencioné anteriormente, para propiciar el debate y el comentario sobre el mismo contenido. También, si se aplican en un determinado tiempo, los resultados ayudan a identificar el desarrollo o la evolución del aprendizaje de nuestros alumnos a lo largo de un periodo educativo. Por ejemplo, si somos maestros de inglés, podemos identificar el dominio del vocabulario al inicio y al final de nuestro curso a través de un empleo de quiz, por ejemplo, de cada 15 días o cada mes, podemos ir identificando el avance de nuestros alumnos en este dominio del vocabulario, y podemos identificar de cómo estaban en un principio a cómo terminaron nuestro curso. A continuación les presentamos un ejemplo de un quiz. Si eres profesor de español, este quiz te será muy familiar dado que se refiere a la conjugación de verbos. En las instrucciones se le especifica al estudiante que lo que tiene que hacer es, se le presentan 15 verbos en tiempo infinitivo, y en cinco minutos debe de pasarlos a participio regular. Y también se le especifica, recordando siempre que las instrucciones sean claras, que cada respuesta correcta va a equivaler a dos puntos. Entonces la idea, como pueden ver, es que el estudiante tenga esta capacidad de ubicar perfectamente el tiempo infinitivo y como se escribiría y suena cada verbo en participio regular. Finalmente, te preguntarás cómo contribuye el quiz al aprendizaje. El quiz propicia la realimentación inmediata, lo que fortalece el proceso de enseñanza aprendizaje. Además, hace que sea de manera puntual y pertinente, así en el momento indicado. También, permite al docente identificar las limitaciones en su proceso de enseñanza, y lo que le permite también generar actividades remediales. Va a contribuir al desarrollo de diferentes actividades cognitivas. También va a permitir generar repasos de temas anteriores, y también de contenidos para que los contenidos nuevos se puedan integrar de manera lógica y secuencial en la estructura mental de nuestros alumnos. También, cuando se realiza en equipos, propicia la integración del grupo, y las buenas prácticas y las buenas convivencias dentro del aula, ya que los alumnos se acostumbran, se habitúan, finalmente le pierden el miedo a un examen porque lo están haciendo de manera frecuente, de manera breve, y se dan cuenta también de que sirve para seguir aprendiendo, para identificar en qué salieron mal y, entre ellos, realimentarse y continuar con este proceso de aprendizaje. A diferencia de un quiz, una lista de cotejo también tiene su contribución al aprendizaje, pero de otras formas. En este sentido, ayuda a evaluar el desempeño y cumplimiento de tareas o actividades específicas, y de productos que elaboran los estudiantes. También permite valorar comportamientos complejos de manera global, es decir, como un todo, o bien, lo podemos hacer por aspectos específicos. También permite que el alumno desarrolle conciencia sobre su propio proceso de aprendizaje, y ayuda a que reflexione sobre las estrategias que utiliza para desarrollar cada tarea, es decir, cómo resolvió cada una de las tareas que se le plantearon. También promueve que interiorice las tareas y sea capaz de completar las actividades requeridas de manera independiente, y promueve la evaluación formativa. Los alumnos verifican el avance de sus aprendizajes a través de ese instrumento, y también valoran el aprendizaje de sus compañeros. Y, además, ayuda a los alumnos a enfocarse en las actividades más importantes, lo que les ayuda a direccionar su proceso de formación de una manera autónoma. Como has visto, estos dos instrumentos, cada uno tiene su concepto, su metodología, y también de cada uno se puede obtener ventajas en el uso de sus resultados. Lo importante es que, como docente, tengas claro el objetivo para poder utilizar estos instrumentos, es decir, qué es lo que quieres saber que tus alumnos saben o dominan. En este sentido es que tu elección va a ir por la lista de cotejo o por el quiz. Es muy importante puntualizar eso, que enfoques bien qué es lo que quieres obtener, qué es lo que quieres saber de tus estudiantes. Te invitamos entonces a aplicar estos instrumentos en ese sentido, atendiendo siempre al objetivo de aprendizaje, y esperamos que te haya sido productivo este video. Gracias.